¿Cómo olvidar a quien te dañó?
Tu cerebro funciona exactamente como el algoritmo de las redes sociales: lo que más miras es lo que más te recomienda.
Si alimentas rencor, tu mente te va a inundar de veneno. Si alimentas gratitud y cosas buenas… adivina qué va a llenar tu cabeza.
Deja de hacer scroll al dolor. Entrena tu algoritmo interno. Tú eliges qué contenido domina tu mente.
Cada vez que esa cara aparezca, di fuerte: «¡NO!». Cambia de canal al instante. Pon tu canción favorita, avanza en tu proyecto, acaricia a tu gato… lo que sea que te encienda el alma.
Esa herida llegó con una lección que necesitabas. Dale gracias a la vida (o a Dios) por el golpe disfrazado de regalo.
Haz un pacto contigo mismo hoy: esto no me vuelve a pasar nunca más.
Arregla algo en tu casa ahora mismo: un cajón, una lámpara, la puerta que chirría. Cuando termines, míralo y di: «Esto lo dejé perfecto. Yo también estoy perfecto».
Y sigue amando. Que nadie apague tu luz. El amor no se gasta: se multiplica.
Hice un reel en mi Instagram con este texto. Pincha aquí para verlo.